ir arriba

viernes, marzo 02, 2012

Explosión en el revellín de Sant Ferran - Palma de Mallorca

Por cuestiones de trabajo estuve viajando a Palma regularmente entre los años 2010 y 2014. Hasta la hora de la "reunitis" de turno,  esperábamos en una de las cafeterías ubicadas en la placeta de la calle Cecili Metel, frente a la delegación de Hacienda.

Placa en memoria de las víctimas de la explosión ubicada
frente a la Delegación de Hacienda de Palma.
Una esquina de esta plaza está ocupada por una pequeña construcción a modo de frontis que enmarca una placa con la siguiente inscripción:

"En memoria de las víctimas de la explosión del Polvorín del Revellín de San Fernando.
25 Noviembre 1895. El Excmo. Ayuntamiento de esta Ciudad dedica esta lápida.
25 Noviembre 1934"

Lo cierto es que tardé bastante tiempo en darme cuenta de que lo que yo consideraba una fuente en desuso, era en realidad un pequeño monumento dedicado a las víctimas de una explosión e impulsado por la curiosidad empecé a informarme sobre lo que acaeció aquél 25 de noviembre de 1895.

Pero antes de seguir adelante, ¿qué es un revellín?.

Se trata de una construcción defensiva que conforma una zona  triangular y que se sitúa por fuera de los recintos amurallados y adosados a los lienzos de éstos.

El revellín de Sant Ferrán o de Can Pelat estaba localizado en la parte Noroeste de las murallas de Palma cuyo casco urbano estuvo amurallado por completo hasta principios del siglo XX.
Fragmento del plano de Palma con la localización del lugar de la explosión
 y la situación del revellín de Can Pelat
(Plano de J. Umbert y Peris, entre 1890-1899?. Biblioteca Digital Hispánica)  
El 25 de noviembre de 1895, sobre las 2 de la tarde, una tremenda explosión conmociona a la ciudad de Palma de Mallorca. En su número del día 26, el periódico El Siglo Futuro da cuenta del terrible suceso y publica el siguiente telegrama:

El relato de los hechos que cuentan los periódicos es estremecedor. En el mismo número de El Siglo Futuro y con los errores de las prisas, el corresponsal del periódico narra lo siguiente:
Muy cerca de las dos de la tarde ha ocurrido una tremenda catástrofe, que ha llenado de luto a esta población.
El polvorín llamado "Casa del Rey D. Jaime I", situado entre la Plaza de Toros y la Puerta Pintada, voló a dicha hora, produciendo una detonación espantosa y una humareda densísima.
La fuerza de la explosión fue tal, que fueron a parar al foso de la muralla los cuerpos inermes y ensangrentados de los hombres y mujeres que trabajaban en la confección de la cartuchería.
Para que se aprecie lo horroroso del cuadro que presentaban, baste decir que cuando se acudió a socorrer a las víctimas, halláronse algunos miembros en estado de verdadera ignición.
En el lugar del suceso se han presentado todas las autoridades y todo el vecindario de Palma, rivalizando, tanto unas como otro, en prestar su auxilio.
Hasta la hora en que telegrafio van extraídos 17 cadáveres, que no son los únicos, pues todavía se sabe que hay muchos más entre los escombros.
Los heridos son también muchos; hasta el presente momento han sido recogidos 40, siendo todos ellos llevados al hospital en estado bastante grave.
La contemplación de esta catástrofe produce impresión tan desgarradora, que no se encuentran palbras para describirla.
Al punto de donde se recogen las víctimas acuden mujeres y hombres del pueblo con objeto de averiguar si entre aquéllas se encuentra algún individuo de su familia. Cuando esto acontece prodúcense escenas desgarradoras.
....
Realmente la explosión no tuvo lugar en el polvorín situado dentro del propio recinto del revellín, sino en una zona próxima, donde más de ochenta personas, principalmente mujeres y también niño/as, se ocupaban de desmontar cartuchos obsoletos, con la finalidad de recuperar las balas, la pólvora, el plomo y el latón que contenían.
Dibujo con la zona de la catástrofe. La construcción que se aprecia es el
 polvorín junto al cual se procedía a la recuperación de cartuchos.
(Dibujo de apunte remitido por D.J. Tous. La Ilustración Española y Americana-18951215)
Los trabajos de recuperación de la cartuchería fueron adjudicados en pública subasta al contratista Gabriel Padrós, que había adquirido una partida de 13.770.020 cartuchos rechazados por el Ejército y con la finalidad de desbaratarlos, para aprovechar los metales y la pólvora. Para ejecutar estos trabajos contrató a numerosas mujeres y algunos hombres. Junto con los adultos también se encontraban niños y niñas que ayudaban en los trabajos.

Según el testimonio de uno de los heridos, Eleuterio Santamaría, la explosión fue originada al inflamarse uno de  los cartuchos al dar un obrero un golpe con un martillo al fulminante y propagarse el fuego a una gran cantidad de pólvora acopiada para su almacenamiento.

En el número del 27/11/1895, el corresponsal de El País escribía:
 La noche del suceso
Palma 26 (10 m).-La noche pasada ha sido horrible en el hospital. En las salas de mujeres y colocadas en 40 camas, veíanse los cuerpos detrozados de otras tantas infelices, cuyas caras aparecían negras como el carbón. Todas ellas lanzaban gritos desgarradores, arrancados por el sufrimiento.
Merced a la perfecta organización de los servicios facultativos de la Beneficiencia provincial, no faltó nada en todo aquéllo que era indispensable para la asistencia de las víctimas.
Además de los facultativos que prestan de ordinario sus servicios en el hospital, acudieron todos los médicos de la población.
.....
El aspecto que ofrecen las víctimas es horroroso.
En medio de lamentos desgarradores los sacerdotes asisten a los agonizantes. El Viático está funcionando a cada instante.
Hasta el momento actual hay registrados 73 muertos, entre los hallados en el polvorín y los fallecidos en el hospital, y témese que todavía sucumban más de 30.
Las autoridades, las Corporaciones y los funcionarios muéstranse infatigables para prestar auxilios de todo género, tanto a las víctimas como a las familias de las mismas, en cuyo favor se han abierto suscripciones.
Los edificios públicos tienen izada la bandera a media asta con crespones negros.-Mencheta.
 
Aspecto del lugar tras la explosión. Alrededor del polvorín se aprecian los
 restos de maderas y escombros.
(Foto Sr. Truyols. La Ilustración Artística- 18951209)
La catástrofe se cobró 97 víctimas mortales. El Juez de Instrucción D. Francisco Rodríguez Ladrón de Guevara practicó las diligencias del caso, tomando declaraciones a los heridos hospitalizados en el Hospital Provincial. Una mujer de las hospitalizadas realiza un comentario que va más allá de lo manifestado por el resto de los declarantes. Cuenta que el sábado anterior había oído decir a una mujer que había escuchado cómo un extrabajador valenciano manifestaba que iba a prender fuego al polvorín.

El mismo día 25 de noviembre, el Sr. Juez expide el oficio de detención del trabajador valenciano Pascual Jurats, quien será puesto en libertad días más tarde al comprobarse que no se encontraba en el lugar de los hechos cuando ocurrió la tragedia.

Con el fin de socorrer a las víctimas se abren suscripciones de donativos. La reina regente María Cristina aporta en principio 10.000 pesetas. Ayuntamiento de Palma, Diputación provincial, prensa balear, baleares residentes en Madrid, Barcelona y otras localidades de la Península inician cuestaciones públicas, circunstancia que contrasta con la falta de tacto del Ministro de la Gobernación, quien ante la demanda de ayudas, envía un telegrama excusándose enviar socorros por falta de crédito de calamidades.

El periódico El Imparcial, en el número de 28/11/1895, publicaba la siguiente reseña:
Más sobre la catástrofe de Palma(POR TELEGRAFO)
(DE NUESTRO CORRESPONSAL)Palma 27 (5 tarde).-El valenciano detenido por sospechas de haber sido autor de la terrible catástrofe ha sido puesto en libertad por resultar probado que no tenía participación alguna en el suceso.
Persístese en creer que la catástrofe fue debida a la imprudencia de un operario que golpeó con más fuerza de la acostumbrada sobre el cartucho que estaba descargando.
Este operario falleció inmediatamente.
Desde mi último telegrama han fallecido Dolores Salva Coves, Margarita Santandreu Torres y Margarita Martorell Medis. Quedan doce heridos.
Cumpliendo el acuerdo del Ayuntamiento ha empezado la cuestación pública, produciendo 4.300 pesetas.
Los estudiantes del Instituto han llevado a cabo otra, acompañados de una música de regimiento.
Mañana comenzarán a celebrarse funciones de beneficiencia.
Además de las numerosas suscripciones abiertas, los empleados de casi todas las oficinas han cedido un día de haber.
El obispo, que se encontraba en Inca haciendo la visita pastoral, la suspendió, con objeto de oficiar de pontificial en los funerales que mañana se verificarán en la catedral.-Bosch. 
Palma de Mallorca, vista de la Catedral y el palacio de la Almudaina hacia 1889
(Grabado de L.Urgellés. La Ilustració Catalana -18911215)
Para la instrucción del sumario tanto el Juez de Instrucción como el Juez Militar nombrado para el caso, tomaron declaración durante varios días al contratista, a los supervivientes de la explosión, a los militares que habían tratado con Gabriel Padrós, a Pascual Jurats como sospechoso, así como a su esposa, conocidos y vecinos de éste.

En la causa judicial únicamente fue inculpado, por imprudencia temeraria, el contratista Gabriel Padrós y Costa, de 64 años de edad y natural de la localidad tarraconense de Reus. Se le consideró culpable de homicidio involuntario y condenado a tres años y tres días de prisión y a indemnizar a las víctimas. Pagó 1.000 pesetas por cada fallecido.

Uno de los dos médicos forenses encargados de practicar las autopsias, D. Domingo Escafí y Vidal, da cuenta en unos "Apuntes sobre la catástrofe del rebellín de San Fernando"  publicados en 1897, de las consecuencias de la explosión, con datos sobre los fallecidos y heridos, además de las luctuosas anotaciones propias de su cargo.


______________________________________________________________________

 Una publicación sobre el tema"El Record d'una tragèdia - Explosió al polvorí de Sant Ferran". Autor: Joan Huguet i Amengual.  
Dep. legal : PM xxx-2008
Edita: UGT Illes Balears