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martes, marzo 14, 2023

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El incendio del transatlántico Vittoria en Alicante

El 11 de enero de 1899, el transatlántico italiano Vittoria, se ve obligado a fondear en la rada del puerto de Alicante, obligado por el incendio que habían detectado de madrugada, a la altura de las costas del cabo San Antonio.

Afortunadamente, el incendio no causó víctimas humanas, y sólo hubo que lamentar pérdidas materiales. Tras cinco días en la ciudad, los pasajeros fueron reembarcados en otro navío de la compañía naviera, con destino a Buenos aires. Los restos del barco, varado frente a la playa del Postiguet, pudieron ser remolcados semanas más tarde.

Ilustración de Achille Beltrame (1871-1945) para la portada de 
La Domenica del Corriere de 20 de enero de 1899

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Tras la guerra de los españoles contra Napoleón, España, que hasta entonces había quedado relegada en las rutas viajeras, se puso de moda en Europa.

Los relatos de los soldados ingleses, franceses y otros paises involucrados en el conflicto, que de vuelta a sus hogares, contaban sus impresiones y experiencias, despertaron la curiosidad de sus compatriotas, y los forasteros, trotamundos, aventureros y espíritus inquietos del continente comenzaron a llegar.
Interior de una posada, Segovia
Litografía y dibujo base de John F. Lewis 
Sketches of Spain & Spanish Character (1833-1834)
John F. Lewis (1804-1876)
Fuente: Biblioteca del Banco de España

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Releyendo la historia de España, abruma la lectura de los acontecimientos que acaecieron en nuestro país durante el siglo XIX, guerras y conflictos bélicos, insurrecciones populares y pronunciamientos militares, dimisiones de mandatarios y cambios de gobierno, clausura de las Cortes e innumerables convocatorias electorales, cambios de Constitución, regímenes varios y distintas Jefaturas del Estado, etc., etc.

Aunque en España no hubo una revolución como la francesa, su ideología, la ocupación napoleónica y la guerra de Independencia, constituyeron el germen de lo que sobrevendría después, con la incorporación del ideario revolucionario en una parte de la sociedad, y los subsiguientes cambios en el ejercicio del poder. Todo el siglo XIX español es una continua evolución de ideas y cambios sociales, que configurarán un nuevo país, con un estado en revolución intermitente.
Galería de algunos personajes significativos del siglo XIX español

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A finales del mes de enero de 2021 fallecía en Benidorm Solveig Nordström, una arqueóloga sueca que con su determinación y celo profesional consiguió paralizar un irreparable acto vandálico, que la euforia constructora de los años 60 iba a perpetrar, arrasando las ruinas ibero-romanas de Lucentum, la ciudad antecesora de la actual Alicante.

Con la curiosidad de conocer más detalles sobre la personalidad de Sol, (como gustaba que la llamaran), empecé a buscar en la Red datos e información adicionales, sin que en ningún caso pudiera confirmar la fecha, no ya exacta, sino del año, en que tuvo lugar la acción de la arqueóloga.










Ruinas de Lucentum, Alicante
Foto Gom 2021




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En este año "raro, raro", de 2020, se ha cumplido el centenario de la muerte del escritor Benito Pérez Galdós. Esta entrada, no trata de su extensa obra e interesante biografía, sino en un hecho puntual que tuvo lugar en la segunda mitad de 1918, y que me sirve para recordar la figura del prolífico autor.

Durante la Primera Guerra Mundial, 1914-1918, en España se formaron dos bloques de partidarios de uno u otro bando de combatientes, y la prensa española, fue parte significativa de esta dualidad, ya que servía de portavoz de unos u otros. Buena parte de los periódicos perdieron su "independencia", entre otras razones porque eran financiados o bien por dineros de los aliados o de los germánicos. Ambas corrientes de opinión coexistieron durante todo el conflicto, y dieron lugar a réplicas y contra réplicas de unos y otros, que se trasladaban a las tertulias y discusiones de los ciudadanos.

Retrato de Galdós cuando tenía 51 años
Cuadro de Sorolla pintado en 1894.
 Casa-Museo Pérez Galdós. Las Palmas de Gran Canaria

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lunes, mayo 18, 2020

El robo del Tesoro del Delfín en el Museo del Prado

Buscando información en la prensa de la época sobre la epidemia de 1918, me encuentro con la noticia de que en septiembre de ese año se había descubierto un robo en el museo del Prado. El objeto del delito habían sido piezas de orfebrería de una muestra conocida como "El Tesoro del Delfín". Entrando en la web del museo para saber más de la colección, me entero de que había sido restaurada recientemente y que se había creado un nuevo espacio expositivo, que esperaban inaugurar en junio de este extraño año 2020. Casualidades.

A primeras horas de la tarde del 20 de septiembre de 1918, el pintor y subdirector del Museo Nacional de Pinturas, (Museo del Prado), D. José Garnelo, se personaba en el Juzgado de guardia, para poner una denuncia por el robo de piezas de una colección expuesta en una de las salas.

Las piezas robadas se exhibían en vitrinas y correspondían al conocido como "El Tesoro del Delfín", una variada colección de artísticos objetos que habían pertenecido al Gran Delfín de Francia, Luis (1661/1711) heredero a la corona francesa. Al fallecer antes de acceder al trono, una parte de la colección la heredó su hijo Felipe V (1683/1746), el primer rey Borbón de España. Tras pasar por algunas vicisitudes e incidentes, las piezas acabaron exponiéndose en el Museo del Prado en 1839. 

Piezas perteneciente al Tesoro del Delfín
Imagen tomada de la web del Museo Nacional del Prado
,
https://www.museodelprado.es/

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martes, abril 14, 2020

La pandemia de gripe de 1918

A raíz de la pandemia del coronavirus que estamos padeciendo desde febrero de 2020, me dio por conocer detalles sobre la anterior gran epidemia sufrida en 1918, y sobre la cual los medios informativos actuales ofrecen algunas reseñas y comparativas. Leyendo la prensa de la época, pude constatar que actitudes, situaciones y circunstancias vividas en la actualidad, con la emergencia del Covid-19, ya se dieron hace 102 años.

La epidemia de 1918 fue devastadora y si comparamos las cifras de fallecidos en los años 1917, 1918, y 1919 procedentes de los registros de población publicados en los anuarios oficiales, el número de víctimas en España superó largamente las 200.000 personas, tal como refleja la diferencia de fallecidos entre el año 1918 y su precedente, 1917, y el siguiente año, 1919 


Fuente: Fondo documental del Instituto Nacional de Estadística. Anuario 1919

Desde mediados de mayo y durante el mes de junio de 1918, ya se habían producido en España numerosos casos de enfermos de gripe, aunque los médicos de la época tardaron en identificarla plenamente como epidemia gripal. Ésta se desarrolló sin excesiva mortalidad y acabado el episodio de infectados, pasó a considerarse como uno más de los habituales brotes estacionales. No es hasta finales de la primera semana de septiembre de 1918, cuando empiezan a publicarse en la prensa, reseñas sobre el aumento de enfermos graves en numerosos lugares de la geografía española, por lo que es de suponer que el nuevo brote epidémico ya debía estar activo a finales de agosto.

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lunes, junio 17, 2019

Los prisioneros franceses de la isla de Cabrera

Desde siempre he tenido fijación por las islas, pero mi interés por visitar la isla de Cabrera aumentó a raíz de leer hace años, en una revista de divulgación, un trabajo sobre la reclusión de varios miles de prisioneros franceses en la menor de las Baleares.

Por fin, en el verano de 2014, pude cumplir mi deseo de visitar la isla, que no solo no me defraudó, sino que me dejó una magnífica impresión y con ganas de volver. (Ver: Excursión a la isla de Cabrera)

Portadas libros Francia prisioneros Cabrera
Portadas de varios libros publicados en Francia sobre los cautivos de Cabrera
Fuentes: BNE, Gallica, Google Books, Internet Archive

De la estancia en Cabrera de los miles de prisioneros del ejército napoleónico, apenas quedan vestigios, y los restos existentes son testimoniales, incluyendo el sencillo monolito que en 1847 se levantó en su memoria.

Sobre el cautiverio de las tropas francesas existen numerosos trabajos en forma de artículos, libros y ensayos, además de gran cantidad de blogs y webs. Este post se alimenta de la lectura de varias fuentes documentales españolas, y en los libros publicados en Francia sobre el tema y que fueron escritos por ex prisioneros o escritores que manifestaron basarse en las propias vivencias o en los relatos y memorias de los cautivos.

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miércoles, enero 27, 2016

Entre las escasas muestras destacadas de arquitectura civil en la ciudad de Alicante sobresale la Casa Carbonell, un edificio de tipo modernista ubicado en una zona privilegiada frente al mar y con el paseo de la Explanada como referencia de ubicación.
Edificio de Alicante conocido como la Casa Carbonell (Foto Gom)

Frente a la creencia popular de que su construcción se debió a una decisión tomada como revancha, por la afrenta que su propietario recibió del vecino hotel Palace donde pretendía alojarse, y donde no le admitieron por su aspecto rural, lo cierto es que D. Enrique Carbonell Antolí tenía poco de campesino, ya que se trataba de un rico y emprendedor industrial de Alcoy, con una única hija a la que por su salud se le recomendó vivir junto al mar. Enrique Carbonell hizo realidad el consejo médico construyendo un magnífico edificio frente al puerto de Alicante.


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sábado, marzo 27, 2014

ÉMILE BÉGIN: 1. DESDE LA FRONTERA HASTA VITORIA

Buscando en la red imágenes de otros tiempos, he encontrado en algunos antiguos libros de viajes una valiosa e importante fuente de datos y documentación gráfica.

Uno de los libros de viajes más interesantes que descubrí, fue el publicado en 1852 por el médico, oficial de sanidad e historiador francés, Émile Auguste Bégin (1802-1888), quien recorrió la Península Ibérica en 1850, reflejando sus impresiones y anécdotas en el libro "Voyage pittoresque en Espagne, et en Portugal", y que contiene unas magníficas ilustraciones de los MM. Rouargue Frères, grabadores y pintores de gran prestigio. Pasajes enteros de este libro, fueron reproducidos en 1874 por el barón Charles Davillier en su célebre libro "L'Espagne", que contenía numerosos grabados de Gustave Doré.
Diligencia cruzando el coll de Balaguer (Tarragona) (aprox. 1848)
Ni que decir tiene que los grabados de los hermanos Rouargue, ejecutados sobre planchas de acero, se encuentran reproducidos en infinidad de sitios, y que existen numerosas copias y reproducciones en colecciones de museos y galerías, por lo que junto con la inserción de las ilustraciones, aprovecho para añadir algunos comentarios sobre el itinerario seguido por Émile Bégin, e incluir la traducción de algunos párrafos de su libro.

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sábado, marzo 23, 2013
 El naufragio del "Sirio"

En el verano del 2012 visitamos uno de los faros más emblemáticos de las costas españolas, el Cabo de Palos, en la provincia de Murcia, próximo a Cartagena a cuyo municipio pertenece la pequeña y turística población que lleva el mismo nombre.
Vista del Faro de Cabo de Palos (Foto Gom 8/12)

 Para llegar hasta la meseta donde se asienta el faro, situado en lo alto de una elevación del terreno junto a la costa, se puede subir a pie bien por unas escaleras por las que se ataja en el ascenso o bien por un vial asfaltado. En la explanada que existe frente al faro, y junto a una antena marítima que afea el entorno (la he eliminado de la vista), existe una placa fijada sobre una roca en la que junto con la reproducción de un par de fotos, leemos:
 «A la Memoria de Vicente Buigues, las víctimas del Naufragio del Sirio y los pescadores del Cabo de Palos. Bajo de Fuera - Islas Hormigas. 4 de agosto de 1906»

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viernes, marzo 2, 2012

Por cuestiones de trabajo he estado viajando a Palma regularmente en los últimos dos años. Hasta la hora de la "reunitis" de turno, esperábamos en una de las cafeterías ubicadas en una placeta de la calle Cecili Metel, frente a la delegación de Hacienda.

Placa en memoria de las víctimas de la explosión ubicada
frente a la Delegación de Hacienda de Palma.
Una esquina de esta placeta está ocupada por una pequeña construcción a modo de frontis que enmarca una placa con la siguiente inscripción:

"En memoria de las víctimas de la explosión del Polvorín del Revellín de San Fernando.
25 Noviembre 1895. El Excmo. Ayuntamiento de esta Ciudad dedica esta lápida.
25 Noviembre 1934"

Lo cierto es que tardé bastante tiempo en darme cuenta de que lo que yo consideraba una fuente en desuso, era en realidad un pequeño monumento dedicado a las víctimas de una explosión, e impulsado por la curiosidad empecé a informarme sobre lo que acaeció aquél 25 de noviembre de 1895.

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domingo, abril 25, 2010
Los Corsarios de Ibiza

Al desembarcar en Ibiza (la Vila) y salir del recinto del puerto, nos encontramos con una especie de obelisco de reducidas dimensiones al que con las prisas de la llegada no se le presta demasiada atención. Es en el viaje de regreso y mientras esperas embarcar, cuando observas con más detenimiento al  curioso monumento situado justo enfrente de la pequeña estación marítima.
(*Desde el 1 de julio de 2013, la antigua estación marítima ha quedado inactiva, pasando al nuevo muelle de Botafoc).

Se trata del monumento a los corsarios de Ibiza, al parecer, el único erigido a nivel mundial en homenaje a tan singulares trabajadores de lo ajeno (con permisos reales).

La idea de erigir un monumento a los corsarios ibicencos, surgió del sacerdote y escritor Isidoro Macabich, quién ante el cumplimiento en 1906 del centenario de uno de los hechos más significativos de la historia de Ibiza, la captura del barco corsario inglés "Felicity", publicó el 2 de junio de 1905 en el "Diario de Ibiza" una carta titulada "Una fecha y un proyecto" proponiendo  construir un monumento en conmemoración de la hazaña, idea que recibió la aceptación de los isleños, creándose una comisión para ocuparse del asunto y abriéndose una suscripción popular para sufragar los costes.

Ibiza: Monumento a los corsarios 

Tras la entusiasta colocación de la primera piedra en Julio de 1906, el proyecto quedó paralizado hasta que a finales de 1913, se da nuevo impulso a la propuesta,.
El periódico, "El Siglo Futuro", publicaba en su número de 5/12/1913 lo siguiente:
"Por la Alcaldía de Ibiza se han cursado invitaciones a todos los buques, Centros y dependencias de Marina de guerra y personal de la misma, para contribuir a la suscripción que en aquélla capital se ha abierto a fin de recaudar fondos con destino al monumento que se piensa levantar para honrar la memoria de los antepasados que lucharon heroícamente para limpiar nuestras costas mediterráneas de buques corsarios.
La suscripción terminará el día 1º del próximo año" 

 

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viernes, febrero 12, 2010
El incidente Virginius

En la primera semana de noviembre de 1873, se publica en la prensa española  unas breves noticias procedentes de Cuba que, aunque preocupantes, no mostraban toda la gravedad que más tarde llegarían a tener.
El periódico "La Correspondencia" en su número de 6/11/1873 publicaba con algun dato erróneo sobre la filiación de los detenidos,  lo siguiente:
En el ministerio de la Guerra se ha recibido el siguiente despacho de La Habana, que, como verán nuestros lectores, tiene bastante importancia:
"El Vapor Tornado apresó al pirata Viginius a una legua de las costas de Jamaica, haciendo prisioneros a Bembeta, Hernando, Céspedes (hijo de Quesada), Jesús del Sol y otros 165, algunos de importancia. Caballos, armas y víveres del Virginius eran arrojados al agua durante la persecución. Serán juzgados y cumplida la ley. Doy al hecho verdadera importancia.-Jovellar."
La verdadera filiación de los jefes de la expedición se aclarará en días sucesivos (Bembeta,  Pedro Céspedes, Washington O'Ryan y  Jesús del  Sol), junto con el verdadero alcance de la noticia , y  el mismo periódico confirma en una gacetilla publicada el 11/11/1873, el rumor procedente de noticias de la prensa extranjera y no corroboradas por el Gobierno, de que el  general Jovellar, recién incorporado al mando del ejécito en Cuba, había  ordenado juzgar sumariamente  a los capturados del Virginius, siendo fusilados los jefes de la expedición, y parte de la tripulación e insurgentes que transportaba el buque:
"Los jefes de la insurrección cubana cogidos en el vapor Virginius, fueron ajusticiados el día 4 de noviembre. El general Jovellar tomó posesión de la capitanía general de Cuba el día 5 de dicho mes."
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 El Virginius perseguido por el Tornado
Fuente: John Gilmary Shea, The Story of a Great Nation (New York: Gay Brothers & Company, 1886).



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sábado, enero 2, 2010
El terremoto del Bajo Segura de 1829

El sábado, 21 de marzo de 1829 y tras varios periodos anteriores con temblores de tierra,  tiene lugar un terrible terremoto que abarca lo que hoy conocemos como Vega Baja del Segura y que  ha sido conocido como el terremoto de Torrevieja, o de Orihuela, o de Guardamar,  etc. en función de las localidades afectadas. Dados los limitados medios de comunicación de la época y la censura imperante impuesta durante el reinado de Fernando VII, las primeras noticias sobre el terremoto y sus efectos,  se publican varios días después de producido el suceso, así El Correo literario y  mercantil, en su número 112 del lunes 30 de marzo, hace un primer relato de los hechos en base al testimonio de cartas de testigos y la Gaceta de Madrid de 31 de marzo de 1829, diez días después del terrible suceso,  publica la noticia junto con un primer balance de los daños causados.











   Ilustración del libro titulado "Los terremotos de
  Orihuela o Henrique y Florentina: Historia Trágica",  obra del escritor Estanislao de Kotska Vayo y Lamarca (1804-1864)
El libro, publicado en Valencia el mismo año del suceso , es un ejemplo de oportunismo literario y contiene junto con la novela que da nombre al título, documentos relativos a la catástrofe.





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sábado, noviembre 28, 2009
El muerto resucitado de Plasencia

En octubre de 1886, la prensa de Madrid se hace eco de una noticia publicada en El Cantón Extremeño, un periódico editado en Plasencia provincia de Cáceres, a la que dedicaba todo el número y que recogía un suceso rodeado de intriga y misterio, bastante enrevesado, que se hizo muy popular y que dio mucho de qué hablar en años sucesivos y en el que el fondo fundamental de la cuestión, como tantas veces, estaba en el reparto y derechos de una herencia. Se trata del sorprendente caso del muerto resucitado, de Plasencia.

Hacia el mes de agosto de 1886 hace acto de presencia en la ciudad de Plasencia, un personaje procedente del manicomio de San Baudilio de Llobregat y en cuya cédula de identificación aparecía con el nombre de Eugenio Santa Olalla Palomar. Sin embargo, dice ser Eustaquio Campo Barrado, quien supuestamente había fallecido años antes en aquél centro catalán.

Vayamos a los antecedentes del caso.

Eustaquio Campo Barrado era hijo único de D. Rafael Eusebio García Campo y Ayala y de Doña Clotilde Barrado. La familia vivia en Plasencia y gozaba de una buena y respetable posición económica.














Casa de los Campo Barrado en Plasencia.
Dibujo de Juan Comba. La Ilustración Española y Americana (1888) 









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sábado, noviembre 14, 2009
El funicular del Tibidabo

El 29 de octubre de 1901 es inaugurado el funicular del Tibidabo de Barcelona, que se convierte en el primer medio de transporte de esas características instalado en España.

Un par de años antes, el 20 de febrero de 1899,  quedaba constituida una sociedad anónima con la denominación de "El Tibidabo" cuyo objeto era la adquisición, urbanización, explotación, edificación y enajenación de fincas en la montaña del mismo nombre, así como la construcción de un tranvía que llegara al pie del monte y de un ferrocarril funicular para alcanzar la cumbre.

Entre los promotores-fundadores de la nueva Sociedad se encontraban figuras destacadas de la época como el farmaceútico Salvador Andreu i Grau, (el creador de las pastillas contra la tos del Dr. Andreu);  el médico, empresario y político Ròmul Bosch i Alsina, (llegó a ser alcalde de Barcelona);  el empresario y constructor Romà Macayà i Gibert y los señores Teodor Roviralta, Manuel Arnús y Francesc Simón, entre otros.
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Obras del funicular del Tibidabo en 1901
  Foto de Juan Furnells. La Ilustración Española y Americana

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domingo, noviembre 8, 2009
El tren botijo

La denominación de "tren botijo", surge del lenguaje popular en el tercer cuarto del siglo XIX para referirse a los trenes utilizados mayoritariamente por las clases populares en los meses estivales, y que para combatir la sed y los rigores del calor, complementaban el equipaje con botijos que permitían mantener fresca el agua, en los interminables trayectos de la época.

Su popularización se debe al redactor del diario La Correspondencia, Ramiro Mestre Martínez, quién a partir del verano de 1893 y durante todos lo años, hasta 1917, organizó viajes en tren hacia Alicante, dando lugar  a una sui géneris  "Orden Botijil", que proporcionaba vacaciones económicas a sus socios.

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Viñeta que encabezaba el reportaje de Mestre Martínez
Fuente: La Correspondencia de España, 07/09/1893. BNE

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martes, octubre 27, 2009
Los matuteros

La andanzas de los llamados matuteros ocuparon numerosas páginas en la prensa de la segunda mitad del siglo XIX, que relataba un día sí y casi otro también, hechos y delitos que implicaban a tan numeroso gremio de delincuentes y cuya actividad salpicaba a autoridades, funcionarios, políticos y  gentes de toda condición.

Pero, ¿quienes eran los matuteros?

Se llama matutero al que practica el matute y el matute lo define la RAE como ,"Introducción de géneros en una población sin pagar el impuesto de consumos",  una especie de contrabandista urbano y en sentido más amplio aplicado al defraudador.

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domingo, octubre 4, 2009
El crimen de Cuenca

El‭ ‬8‭ ‬de marzo de‭ ‬1893,‭  ‬tuvo lugar‭ ‬en‭ ‬Albalate de las Nogueras,‭ ‬un pueblo de La Alcarria conquense,‭ ‬un sangriento crimen que conmocionó al país‭  ‬y que dio origen a un dicho o frase que ha perseguido a los naturales de Cuenca durante mucho tiempo,‭ ‬al referirse a ella como‭ “‬La provincia del crimen‭”‬ y que el tiempo y la sucesión de otros hechos tan graves y horribles como los que allí ocurrieron,‭ ‬han desvanecido.‭

La fama del crimen,‭ ‬que aún siendo truculento no era sino uno más de los sucesos que periódicamente se producían en España,‭ ‬se acrecentó por las circunstancias y‭ "‬anécdotas‭"‬ macabras que adornaron el drama y que‭ ‬le dieron el morbo‭ ‬suficiente para‭ ‬formar parte del repertorio‭ ‬de las‭ ‬exageradas y poco fidedignas, “Coplas de ciego‭”‬ de la época.

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Resto de post o artículos en la pestaña ENTRADAS





viernes, marzo 10, 2023

Diligencias, caballos, mulas y borricos (2 de 2)

 Leer parte primera (1 de 2)

Otros carruajes y animales de carga y transporte

Las diligencias con tiros de 8 a 10 cuadrúpedos eran utilizadas en viajes largo. Para trayectos más cortos, a poblaciones cercanas, estaciones de ferrocarril o dentro de la ciudad, se utilizaban los coches de colleras, con tiros de 6 mulas o menos. Otros carruajes menores eran las incómodas galeras y tartanas. Para uso privado, había variedad de modelos,  adaptados a las necesidades y encargos de los clientes.

Diligencia a la estación
Los trayectos cortos disminuían las horas de incomodidad, aun así, los inconvenientes no facilitaban las ganas de viajar. Incluyo un fragmento del relato contenido en el libro "Estampas requenenses", publicado en 1962, del cronista de Requena, Rafael Bernabeu López, que ofrece una imagen costumbrista del viaje en diligencia de Requena a Valencia, unos 68 km de distancia, para los que se tardaba día y medio en recorrer:
Hace cosa de doscientos años, la poca gente que tenía necesidad de viajar lo hacía en diligencia, cuando no en carreta o a caballo.
La diligencia era entonces el vehículo por excelencia; pero... Imagínense ustedes un carromato tambaleándose por endiablados caminos, entre barrizales y nubes de polvo; con mil atascos que el postillón resolvía con su látigo y la típica oratoria que dio nombre al cerro de la Hostia...

Dentro de aquélla maldita jaula, los infelices viajeros iban de un lado a otro, entre zarandeos y congojas que les ponían en trance de cambiar doblones y pesetas.
Ilustración de la portada del libro:
Young Americans in Spain de Miss Susan Hale
Fuente: Library of Congress
El servicio regular de diligencias entre Requena y Valencia data de mediados del siglo XVIII.
Nuestra diligencia era de cinco caballos y tenía su estación de servicio en el parador del Conde o del Carmen (propiedad entonces de don Nicolás García-Dávila, conde de Ibangrande); luego, en el Portal y, por último, en el de San Carlos.

De buena mañana, unos bocinazos prevenían a los viajeros. Tras las despedidas y reiteradas recomendaciones, restallaba la fusta del mayoral, y el pesado vehículo, entre adioses y cascabeleos, abandonaba la ciudad.

Horas después, en la venta del Relator o en Venta Quemada, cambio de caballos; pues lo de la parada y fonda no rezaba con los que llevaban avío para una semana y una bota de media arroba para distraerse en tan largo camino.

Por la tarde, se escalaba penosamente el Portillo de Buñol, llegando los molidos viajeros a la posada de Chiva, donde finalizaba la primera etapa.

Al día siguiente, a rodar de nuevo en post de los paradores del Poyo y del Ciprés. El cruce de la llanada de Cheste-al-campo era ya coser y cantar.

Al fin, el bravo conductor detenía su polvoriento carromato junto a la muralla, en la puerta de Cuarte. Y entre dos luces, la diligencia hacía su entrada triunfal en la famosa Valencia, rindiendo viaje en el parador de la Carda, próximo al mercado.
Y los viajeros, renqueando como inválidos, abandonaban aquella maldita nave, dando gracias al Altísimo por el feliz arribo.

Dos días después, la diligencia emprendía el regreso con nuevas víctimas que llegaban derrengadas y maltrechas a la famosa Requena.
Una vez en la ciudad, había la posibilidad de tomar un "taxi", es decir una tartana, en plan económico, o un coche de caballos o calesa, si la economía lo permitía, y la categoría de la población lo hacía posible. En su visita a Valencia, en 1859, el escritor y dibujante A. C. Andros y acompañante, alquilan una tartana para un recorrido por la ciudad:

Tartana
Amias Charles Andros (1837-1898)
Pen and Pencil, Sketches of a Holiday in Spain
1860
Fuente: Ministerio de Cultura...
Hacia el mediodía alquilamos una tartana o taxi español. Un vehículo cubierto, totalmente carente de suspensión y terriblemente incómodo, en el que nos zarandean y mueven hasta la Alameda, o paseo público, una hermosa avenida que bordea las orillas del río Turia, o Guadalaviar, atravesado por dos enormes puentes, aunque el arroyo, al ser utilizado en gran medida para regar el país, está casi seco. Glorioso es el paisaje circundante, rico en álamos, algarrobos, olivos y palmeras...

Más explícito se muestra el barón de Davillier, en sus comentarios sobre un trayecto de Valencia a la Albufera, en una tartana o galera, quien en compañía del ilustrador Gustave Doré, recorrió España hacia 1860, publicando por entregas, su experiencia entre los años 1862 y 1873. 

Un tartanero
Dibujo de Gustave Doré (1832-1883)
L'Espagne
Barón C.H. Davillier
Llegó el momento de partir; habíamos tenido la precaución de contratar con varios días de antelación una tartana en la posada de Teruel, porque todos los vehículos de cualquier clase, estaban comprometidos para el día grande. Antes del amanecer, nuestro tartanero nos esperaba en la puerta de la fonda; poco después salimos de Valencia, echando una mirada de despedida a sus campanarios; pasamos bajo la soberbia puerta de Serranos, - la puerta de los montañeses, construcción del siglo catorce, cuyas dos torres maquiavélicas, iluminadas de rosa por los primeros rayos de sol, parecían una decoración de ópera. Pronto cruzamos el Guadalaviar, y entramos en la huerta.

Nuestro tartanero, que se llamaba Vicente, como las tres cuartas partes de los valencianos, nos hizo pasar por caminos abominables, con el pretexto de tomar el más corto, y nuestro vehículo, completamente desprovisto de resortes, se puso a dar espantosos saltos, para los que, afortunadamente, en nuestro viaje de Barcelona a Valencia habíamos empezado a acostumbrarnos. Sin embargo debo decir que Vicente no nos hizo caer, aunque se propuso adelantar a los carruajes de toda condición que llevaban muchos cazadores; sabía salvar los baches con gran destreza; estaba muy orgulloso de ello, y deseaba justificar ante los extranjeros, la reputación que tenía entre sus compatriotas de ser el más hábil calesero de toda España.

Para el transporte de las mercancías se utilizaban tartanas adaptadas, y sobre todo, carros en multitud de formas y armazones.
Amias Charles Andros (1837-1898)
Pen and Pencil, Sketches of a Holiday in Spain
1860
Fuente: Ministerio de Cultura...


A su paso por Sagunto, A.C. Andros, se sorprende por la cantidad de carros y personas, camino del trabajo en el campo.

Los caminos llenos de campesinos, que van a su trabajo diario. Numerosos carros cargados con figuras recostadas, y acompañantes, sentados de lado en sus pacientes mulas, adornadas con llamativas borlas rojas, pasan a nuestro lado a cada minuto. Los carros son artilugios primitivos, que no tienen más que una plataforma de madera montada sobre ruedas, con toscos palos en los laterales. 


Carro transportando tinajas en Murcia
La curiosa fotografía de 1870, tomada por Jean Laurent (1816-1886), sirvió para ser reproducida en varios libros de viajes posteriores. El grabado de la derecha fue incluido en un libro de 1894  


  
Carro con seis mulas en Toledo
Young Americans in Spain de Miss Susan Hale
Fuente: Library of Congress

Caballos, mulas, burros, asnos y animales de carga, fueron indispensables en España, hasta mediados del sigo XX. Sin ellos, las actividades cotidianas de las personas hubieran sido enormemente duras y penosas. La compra-venta de caballerías, llegó a ser uno de los negocios más lucrativos, y origen de algunas acaudaladas fortunas.
Grupo de asnos y mulas en los alrededores de Aranjuez
Dibujo de Gustave Doré (1832-1883)
L'Espagne
Barón C.H. Davillier

En el pasaje del viaje a Toledo desde Madrid, el barón Davillier escribe:  

El viaje desde Madrid se hace ahora por ferrocarril, y sólo requiere tres horas. Hacía poco que había salido el sol, cuando el ómnibus de la estación vino a recogernos a la fonda; bajamos rápidamente, y apenas tuvimos tiempo de saludar al pasar por la Puerta del Sol, donde los rayos del sol naciente coloreaban de rojo los agrietados muros. Sobre el camino  se alzaba una nube de polvo levantada por una interminable caravana de burros y mulos cargados de agua, carbón, haces de leña, frutas y verduras, y otras provisiones para la ciudad; los campesinos a pie subían lentamente por la colina junto a sus bestias, tatareando su monótona canción.

Entre las tareas, en las que se empleaban animales, las había de todo tipo, y unas eran mejores que otras, al igual que el trato de sus dueños, que variaba según el carácter de los mismos, y su estado de ánimo diario. En el grabado siguiente, Gustave Doré dibuja una escena, en la que una pobre mula, da vueltas a una noria, mientras dos niños pequeños la azuzan, golpeándola con palos, el padre, de pie, los observa, y la madre, sentada de espaldas, sostiene entre sus brazos otra criatura.  

La noria
Dibujo de Gustave Doré (1832-1883)
L'Espagne
Barón C.H. Davillier

Para los burros y asnos, estaban reservadas tareas conforme a su tamaño y fuerza, siendo una de las más comunes, la de acarreadores de cántaros y tinajas con agua, para suministro de propios y extraños, oficio que ejercían los aguadores.
Burros transportando cántaros de agua
Young Americans in Spain de Miss Susan Hale
Fuente: Library of Congress
En los años 1823 y 1850, el médico e historiador francés, Émile Bégin (1802-1888), viajó por España y Portugal, y en 1852 publicó un libro con sus impresiones sobre el país, habitantes y costumbres, dedicando un capítulo entero al agua, los aguadores y aspectos relacionados con la tarea, en distintas zonas de la Península.
Aguador y clientes en Granada
Ilustración de Rouargue frères
De Voyage pittoresque en Espagne et en Portugal
 
El agua, considerada como una mercancía, sostiene, alimenta cantidad de empleos. Mientras que en Francia, el oficio de porteador de agua no se ejerce más que en Paris, en España se encuentra en todas las principales ciudades; en Madrid, una plaza de aguador se vende como un cargo de notario. Desde que un aguador de nombre, es decir un comerciante de agua consigue el puesto, hereda la clientela de su predecesor, convirtiéndose en el proveedor de confianza, recibe encargos, hace recados y vive a expensas del burgués. El aguador es necesariamente, un gallego. En Sevilla, Cádiz, Málaga, Valencia, los aguadores comercian y forman un gremio numeroso. Son los auténticos, los únicos dispensadores de la salud pública. Especialmente en Sevilla, una ciudad elegante donde, incluso en las cosas más pequeñas, hay una cierta búsqueda del buen gusto y de la limpieza, los aguadores se distinguen por su manera de mostrar la mercancía o por la forma especial de distribuirla. Sus pequeños negocios están llenos de plantas, con ramas de limonero, naranjo o higuera; recorren las calles con cántaros de arcilla amarilla, ...
Émile Bégin. Voyage pittoresque en Espagne et en Portugal. 



Los aguadores
Source gallica.bnf.fr / BnF 






Grabado de Gaston Vuillier (1845-1915), que muestra a los aguadores, y gentes con cántaros de agua, dirigiéndose a la puerta de Las Tablas, en Ibiza, que da acceso a la ciudad alta o vieja (la Vila)
Ilustración incluida en el libro Les Iles oubliées del mismo autor que el dibujo, publicado en 1893.
 




Termino esta entrada con un cuadro costumbrista del pintor Eduardo Zamacois, en el que representa una estampa amable, que refleja la tozudez que la fama atribuye a los simpáticos borricos.  

Regreso al convento
Eduardo Zamacois y Zabala (1841-1871)
Museo Carmen Thyssen Málaga