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jueves, marzo 18, 2021

Nacimiento del río Júcar

Trazado de la ruta (clicar para agrandar) 
Fuente: Cartografía ©Instituto Geográfico Nacional de España
Conocer los orígenes de los ríos y donde comienza su curso, es una de esas manías o aficiones que comparto con muchas más personas de las que imaginaba, y que me satisface descubrir.

Hace un tiempo decidimos llegar hasta el nacimiento del río Júcar, con una excursión que comenzó en el pueblo de Tragacete, en la alta Serranía de Cuenca.

El recorrido puede hacerse a pie desde el pueblo o andar únicamente el último tramo, dejando el vehículo en el paraje conocido como Estrecho de San Blas. Si hacemos todo el itinerario a pie, la distancia a recorrer será de unos 7+7= 14 km. y en el caso de compartirlo con el coche, el camino a pie será de unos 3,80 km. en cada sentido.

Decidimos hacer la ruta andando y comenzamos en la localidad serrana de Tragacete. Dejamos el coche aparcado y tomamos un camino asfaltado que empieza en la carretera CM2016. Un cartel nos anuncia el albergue San Blas a 4 km. Nada más comenzar la ruta cruzamos un puente sobre el río Júcar, río que nos acompañará a uno u otro lado del camino en casi todo el trayecto.

El arranque no puede ser más atrayente, día soleado aunque no caluroso, el sonido del agua corriente abajo y abundante vegetación en el cauce. También insectos, muchas abejas y alguna infeliz culebra muerta por el camino. Varios carteles no irán indicando los lugares de mayor interés y algunas fuentes a lo largo del recorrido nos servirán para reabastecernos de agua.

A unos 2 km. del inicio del camino, vemos un cartel a la derecha que nos anuncia el comienzo de un sendero, es el paseo del Júcar, renombrado como ruta PNSC-S06 de la Cascada del Molino de La Chorrera, y que discurre por unos senderos entre pinos que nos acercarán hasta una cascada del río o chorrera, como se denominan por la zona a los saltos de agua, y que está ubicada junto a un antiguo molino de agua, hoy habilitado como vivienda. La cascada se puede apreciar desde abajo, donde descubrimos un par de avellanos, o también desde un mirador situado por encima. Si tenemos tiempo, la visita puede realizarse en una hora. El lugar está dotado de mesas y bancos rústicos para descanso y/o merendero. 
Acceso al Paseo del Júcar (Ruta PNSC-S06)
Foto Gom, 2016

Hasta aquí, el camino de asfalto ha sido llano o con poca pendiente, pero desde un poco antes del molino, la carretera presenta un fuerte desnivel, de recorrido no muy largo y que será la única cuesta de importancia que encontraremos en todo el trayecto.

Tras cruzar un pequeño puente y disfrutar de la sombra de los árboles, el Júcar quedará a nuestra izquierda y lo perderemos de vista durante algo más un km. 

A nuestra derecha se eleva la Peña del Escalerón con unos cortados muy pronunciados y frente a la misma veremos el Albergue de San Blas. Se trata de un edificio rectangular que sirve como alojamiento juvenil en los meses de verano. El establecimiento ha pasado por varias vicisitudes y falta de continuidad en su explotación. Nosotros lo encontramos cerrado y con algunas contraventanas de madera dando golpes por el viento. Aprovechamos para hacer una parada y recoger piñones de los pinos piñoneros que hay en el lugar.

Fuente en el paraje de S. Blas
Foto Gom, 2016
Desde aquí el camino de asfalto pasa a ser de tierra y fácilmente transitable para vehículos que encontraremos aparcados en la explanada que hay un poco más adelante. Se trata de un área de recreo, con varias fuentes de manantial y donde las gentes de Tragacete se reúnen en romería para la festividad de San Blas, en el mes de febrero (¡menudo frío debe hacer a 1400 m. de altitud!). El lugar destaca por los altos farallones de piedra y a falta de ermita, en la pared rocosa, han colocado una imagen del santo dentro de una hornacina.

Dejamos el lugar, no sin antes reabastecernos de agua, para reencontrarnos con el río que se abre paso a través de un desfiladero al que llaman Estrecho de San Blas. Saliendo del angosto paso, el camino se bifurca con un ramal a la derecha. Nosotros seguiremos por la izquierda. Según la época del año tendremos que vadear el río y tal vez mojarnos los pies, ya que el camino invade el cauce del Júcar. Aquí observamos una gran cantidad de mariposas posadas en el suelo o revoleteando sobre el agua.

A partir de ahora el río apenas tendrá un cauce definido, con tramos de agua y otros en los que no se la ve en superficie. La ruta avanza entre pinares por la vaguada que han dejado los macizos montañosos, de unos 1700 m de altitud y que quedan a ambos lados del camino.  Este tramo de unos 2 km. se hace un tanto monótono y pesado, y transcurre por una pista forestal de tierra, amplia y de pendiente suave.

Ante el estrecho del Infierno
Foto Martival, 2016
Poco después de vadear de nuevo el cauce del río (esta vez seco), el camino tiene una derivación a la izquierda, aunque seguimos por nuestra derecha hasta enfrentarnos a un estrecho paso, es el Estrecho del Infierno, lo cruzamos agarrándonos a las paredes rocosas y elegimos una zona para comer, con el agua a nuestros pies. 

Tras el tentempié, reanudamos la marcha, aunque el camino desaparece y nos topamos con una baliza de plástico que invita a no avanzar. Estamos en plena umbría y el agua mana por varios afloramientos, son los Ojuelos de Valdeminguete, al pie del Cerro de San Felipe, es el nacimiento del río Júcar. 

Tras meter los pies donde no debemos y mojarnos por encima del tobillo, nos enteramos del por qué de las cintas balizadoras. Realmente el lugar es una cañada con zonas encharcadas y borbotones de agua por todas partes.

Nos medio secamos como podemos y regresamos de vuelta. ¡Ya hemos visto donde empieza el km 0 de los 498 km del curso del Júcar.

Posdata: La ruta la hicimos en el verano del 2016. 

Más fotos (Gom 2016)

Panel descriptivo de la ruta al inicio de la misma


El cauce del río queda a la derecha de la pista asfaltada.
Algunos carteles informan sobre los árboles y arbustos que vemos 







Una de las dos infelices culebras muertas,
que encontramos en la pista asfaltada

Área de descanso en el desvío para ver la cascada

  Chorrera del Molino y uno de los avellanos junto a la cascada

                                                   Piedras de moler del antiguo molino




                                    Una pequeña talla del santo, dentro de una hornacina
                             incrustada en el farallón rocoso sustituye a una inexistente ermita

                                              



Tras pasar el Estrecho de San Blas, el camino cruza sobre el cauce del río

Panel informativo cerca de los Ojuelos de Valdeminguete, el origen del río Júcar

                                                                                                   











                               

     

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