Corsario, marino
Retrato de Antonio Riquer. Pintado por Narcís Puget i Viñas* |
Nace en la ciudad de Ibiza, el 18 de enero de 1773, en la calle que actualmente lleva el nombre del obispo Cardona. Sus padres fueron Francesc Riquer y María Arabí.
Al igual que su padre y hermano, desde muy joven se embarca en barcos que se dedicaban al transporte de mercancías entre las islas y la Península.
A consecuencia de la firma entre España y Francia, en agosto de 1796, del Pacto de San Ildefonso por el cual ambas naciones creaban un frente común para combatir a la Gran Bretaña, la navegación de barcos mercantes por el mar Mediterráneo se vio obstaculizada por corsarios con patente de corso de Inglaterra, y también por buques de la propia armada británica.
Estos nuevos ataques sustituían a los tradicionales ataques de los piratas berberiscos, que con base en Argel, habían sido los habituales hostigadores e invasores en las costas ibicencas, lo que a su vez había fomentado una tradición corsaria en las islas, que había dado fortuna y fama a un buen grupo de marinos baleares.
En octubre de 1799 nuestro personaje, que estaba embarcado en el jabeque San Antonio, fue hecho preso por una fragata inglesa junto con su padre y dos marineros más, siendo liberados días más tarde por un bergantín danés.
En abril de 1806, las autoridades de la plaza de Ibiza, le encargan junto con otros mandos, que colabore en la contención de la revuelta de los payeses de los quartons de Santa Eulària y Balançart, soliviantados por el aumento de impuestos y que amenazaban con entrar en Vila en la noche del 25 al 26 de abril.
Es a partir de abril de 1806, cuando Antonio Riquer ve en la actividad corsaria una oportunidad de mejorar económicamente y junto con otro renombrado corsario, Damian García Tur, sella un contrato de seis meses con los patrones Antoni Ferrer y Josep Salleres, titulares de una patente de corso. A Riquer se le asignará el jabeque San Antonio y Santa Isabel con el número 503 y el Mare de Déu dels Dolors i Neptú será puesto bajo el mando de Damian García.
La actividad corsaria de ambos estará dirigida principalmente contra los barcos ingleses y al mes siguiente, el día 6 de mayo rescatan un jabeque mallorquín que había sido capturado por una fragata inglesa.
Pero la acción más heroica y la que dió fama a Antonio Riquer, es la conocida como "sa presa del Papa" y que expuse en la entrada que sobre la misma incluí en este blog, (http://www.repasosayer.com/2010/04/los-corsarios-de-ibiza.html).
Reproduzco el relato de los hechos expuestos por el propio Riquer, en las declaraciones que hizo ante el Comandante de Marina del Tribunal de presas de Ibiza, tras el apresamiento del "Felicity":
El barco inglés desplazaba unas 250 toneladas, estaba artillado por al menos 14 piezas de artillería, y su tripulación estaba formada por 65 marineros de varias nacionalidades.
La embarcación mandada por Riquer, desplazaba unas 72 toneladas, estaba armada con ocho cañones y un obús, y la tripulación, según el rol diligenciado por un escribano el mismo día1 de junio de 1806, estaba compuesta de 56 hombres, entre los que se encontraban su padre y un hermano.
Como resultado de la acción murieron siete hombres de la nave ibicenca, siendo uno de los fallecidos el padre de Riquer, además hubo veintiún heridos. Por parte del navío inglés, los muertos fueron once y los heridos, veinticinco.
Tras el suceso, a Riquer se le concedió el grado de alférez de fragata e intentó comprar el Felicity con la parte de su botín..
A pesar de sus sucesivas misivas a Godoy, no consigue que le asignen el barco inglés y a partir del 15 de julio de 1806 se tiene noticia de que manda un nuevo jabeque, de nombre La Santísima Trinidad, también llamado el Francesc Riquer, en recuerdo de su padre.
A consecuencia de la firma entre España y Francia, en agosto de 1796, del Pacto de San Ildefonso por el cual ambas naciones creaban un frente común para combatir a la Gran Bretaña, la navegación de barcos mercantes por el mar Mediterráneo se vio obstaculizada por corsarios con patente de corso de Inglaterra, y también por buques de la propia armada británica.
Estos nuevos ataques sustituían a los tradicionales ataques de los piratas berberiscos, que con base en Argel, habían sido los habituales hostigadores e invasores en las costas ibicencas, lo que a su vez había fomentado una tradición corsaria en las islas, que había dado fortuna y fama a un buen grupo de marinos baleares.
En octubre de 1799 nuestro personaje, que estaba embarcado en el jabeque San Antonio, fue hecho preso por una fragata inglesa junto con su padre y dos marineros más, siendo liberados días más tarde por un bergantín danés.
En abril de 1806, las autoridades de la plaza de Ibiza, le encargan junto con otros mandos, que colabore en la contención de la revuelta de los payeses de los quartons de Santa Eulària y Balançart, soliviantados por el aumento de impuestos y que amenazaban con entrar en Vila en la noche del 25 al 26 de abril.
Es a partir de abril de 1806, cuando Antonio Riquer ve en la actividad corsaria una oportunidad de mejorar económicamente y junto con otro renombrado corsario, Damian García Tur, sella un contrato de seis meses con los patrones Antoni Ferrer y Josep Salleres, titulares de una patente de corso. A Riquer se le asignará el jabeque San Antonio y Santa Isabel con el número 503 y el Mare de Déu dels Dolors i Neptú será puesto bajo el mando de Damian García.
La actividad corsaria de ambos estará dirigida principalmente contra los barcos ingleses y al mes siguiente, el día 6 de mayo rescatan un jabeque mallorquín que había sido capturado por una fragata inglesa.
Pero la acción más heroica y la que dió fama a Antonio Riquer, es la conocida como "sa presa del Papa" y que expuse en la entrada que sobre la misma incluí en este blog, (http://www.repasosayer.com/2010/04/los-corsarios-de-ibiza.html).
Reproduzco el relato de los hechos expuestos por el propio Riquer, en las declaraciones que hizo ante el Comandante de Marina del Tribunal de presas de Ibiza, tras el apresamiento del "Felicity":
Preguntado, con qué motivo ha conducido a este puerto una embarcación que se dice ser de corsario inglés, Riquer responde:
Al amanecer del día primero vio a dicho corsario que salía por la Mola, pasando muy próximo a este puerto, manifestando, al parecer, que le llamaba a desafïo, y que con este motivo aprontó su jabeque lo más pronto que pudo y dio a la vela a las nueve de la mañana, haciendo todos los esfuerzos para alcanzarlo y como a cosa de las cuatro de la tarde consiguió aproximarlo, quien le dsiparó cuatro descargas con toda su artillería, a que le respondió con sólo dos cañonazos y que, conociendo la gran superioridad del buque, mayor calibre y número de la artillería enemiga, se consideraba perdido si no hacía un arrojo; con cuyo motivo determinó abordarlo, y a este fin se fue al enemigo con la mayor resolución y, consiguiendo atracarlo, lo aseguró por medio de los arpones, y seguidamente le arrojó dentro una gran cantidad de frascos de fuego, con que consiguió matar a muchos y quemar a la mayor parte, que tuvieron que arrojarse al agua. El enemigo arrojó muchas granadas de mano, y con fusilería y trabucos le mató inco hombres, incluso su egundo capitán y padre, hiriendo gravemente a muchos marineros pero, por último, lo rindió a los veinte minutos de la acción.Para darse una idea de la hazaña de Antonio Riquer, hay que recordar la gran desigualdad de fuerzas existentes entre su jabeque San Antonio y el bergantín Felicitiy.
El barco inglés desplazaba unas 250 toneladas, estaba artillado por al menos 14 piezas de artillería, y su tripulación estaba formada por 65 marineros de varias nacionalidades.
La embarcación mandada por Riquer, desplazaba unas 72 toneladas, estaba armada con ocho cañones y un obús, y la tripulación, según el rol diligenciado por un escribano el mismo día1 de junio de 1806, estaba compuesta de 56 hombres, entre los que se encontraban su padre y un hermano.
Como resultado de la acción murieron siete hombres de la nave ibicenca, siendo uno de los fallecidos el padre de Riquer, además hubo veintiún heridos. Por parte del navío inglés, los muertos fueron once y los heridos, veinticinco.
Tras el suceso, a Riquer se le concedió el grado de alférez de fragata e intentó comprar el Felicity con la parte de su botín..
A pesar de sus sucesivas misivas a Godoy, no consigue que le asignen el barco inglés y a partir del 15 de julio de 1806 se tiene noticia de que manda un nuevo jabeque, de nombre La Santísima Trinidad, también llamado el Francesc Riquer, en recuerdo de su padre.
Calle de la Mare de Deu donde vivió AntonioRiquer (Foto Gom) |
Al poco de hacerse a la mar con el nuevo barco, tiene un enfrentamiento con un corsario enemigo, en las proximidades de la isla de Tabarca, frente a Santa Pola (Alicante). De resultas de la lucha, se prende fuego la munición que estaba en cubierta, produciéndose una explosión y debiendo dejar el combate para dirigirse al puerto de Alicante.
A partir de este suceso, se tienen noticias de Antonio Riquer comandando una flotilla de naves corsarias por aguas baleares, puestas a su servicio por la Armada.
En 1807, es hecho prisionero por los ingleses y enviado a Londres, si bien será canjeado poco tiempo después.
Tras el cambio de alianzas en la Guerra de la Independencia contra los franceses, deja de hostigar a los navíos ingleses y en 1811, se encarga de transportar prisioneros franceses capturados en la batalla de Bailén desde Cádiz hasta Mallorca.
Entre 1811 y 1819 se tienen escasas noticias, si bien todo parece indicar que patroneaba una polacra de nombre San Antonio de Padua y que se dedicaba al transporte de mercancías con base en el puerto de Cádiz. En enero de 1811, sabemos del marino al transportar hasta Palma, procedentes de Tarragona, a 243 prisioneros franceses. En agosto de 1811 aparecen varias referencias en el Semanario de Mallorca, registrando entradas en el puerto de Palma procedente de Ibiza, de la polacra con pasajeros y mercancías varias
He encontrado un par de referencias en el Diario Mercantil de Cádiz, en la sección de entradas y salidas de barcos del puerto gaditano y que recojo a la izquierda.
En 1820 ya ostentaba el grado de alférez graduado de la armada y en condición de guardacostas al mando de la polacra San Antonio, apresa el 16 de enero de 1821, una goleta pirata que saqueaba el comercio de las costas mediterráneas y que le valdrá ser ascendido a teniente de fragata.
Este apresamiento lo encontramos descrito brevemente en el número 331 de 24/01/1821 del periódico Miscelánea de Comercio, Política y Literatura y más extensamente, con la propia descripción de Antonio Riquer, en el ejemplar de 31/01/1821.
En 1822 Antonio Riquer intenta salvar al sanguinario general absolutista, Francisco Javier de Elio, que estaba preso en Valencia, tras la Revolución Liberal de 1820. Es de suponer que Riquer, agradecido al general, que le había dado el encargo de guardacostas con la polacra San Antonio, quería mostrarle su agradecimiento y entrando en la celda del general, le propone huir en su barco. Elio rehúsa el ofrecimiento y es ajusticiado en el garrote, el 4 de septiembre de 1822.
En 1823, tiene lugar un nuevo episodio destacado en la biografía de Riquer y que pone de relieve la iniciativa del personaje. Se trata de la liberación de Cartagena, plaza gobernada por el general liberal Torrijos y que se encontraba siendo asediada por tropas francesas.
Antonio Riquer al mando de tres naves, a las cuales ayudó a pertrechar poniendo de su propio bolsillo 20.000 reales, desembarca con su hombres en el puerto de Cartagena y los pondrá al servicio de la artillería, ayudando a impedir la toma de la ciudad.
Tras la entrada en España del ejército de la Santa Alianza europea, en apoyo del indeseable Fernando VII, los absolutistas acaparan el poder en octubre de 1823, comenzando otra de las etapas más oscuras de la historia de España, la llamada Década Ominosa, que desencadenará la persecución de las ideas liberales y de sus partidarios. Y en 1824, Antonio Riquer, que había intentado salvar del garrote al general realista Elio, es hecho prisionero acusado de pertenecer a la organización paramasónica, Sociedad de Comuneros.
La sentencia de la causa que se sigue contra Riquer dictada por la Junta Militar de Granada, el 31 de mayo de 1825, le es favorable y es puesto en libertad, si bien a modo de compensación, se vio obligado a pagar por su cuenta los uniformes de los voluntarios realistas de la isla de Ibiza.
Hasta 1839, se tienen noticias del marino Riquer, quien patroneaba como guardacostas el laúd San José, con una dotación de 17 tripulantes.
Riquer se casó dos veces, en junio de 1797 contrajo nupcias con Isabel Tur i Tuells, con la que tuvo una hija que falleció siendo joven. Tras el fallecimiento de Isabel en 1833 y a la edad 60 años se casa con Claudia Mir, que dio a luz una niña a la que llamaron Antonia.
Hacia 1840 se retira, sin disponer de propiedades ni ahorros, si bien debió conseguir importantes ingresos durante su trayectoria profesional. El día 3 de julio de 1846, fallece en su casa de la calle de la Mare de Deu, en Ibiza. Hoy ninguna placa identifica la casa donde vivió, si bien es posible que la construcción original fuera derruida y no exista tal.
Entre 1811 y 1819 se tienen escasas noticias, si bien todo parece indicar que patroneaba una polacra de nombre San Antonio de Padua y que se dedicaba al transporte de mercancías con base en el puerto de Cádiz. En enero de 1811, sabemos del marino al transportar hasta Palma, procedentes de Tarragona, a 243 prisioneros franceses. En agosto de 1811 aparecen varias referencias en el Semanario de Mallorca, registrando entradas en el puerto de Palma procedente de Ibiza, de la polacra con pasajeros y mercancías varias
He encontrado un par de referencias en el Diario Mercantil de Cádiz, en la sección de entradas y salidas de barcos del puerto gaditano y que recojo a la izquierda.
En 1820 ya ostentaba el grado de alférez graduado de la armada y en condición de guardacostas al mando de la polacra San Antonio, apresa el 16 de enero de 1821, una goleta pirata que saqueaba el comercio de las costas mediterráneas y que le valdrá ser ascendido a teniente de fragata.
Este apresamiento lo encontramos descrito brevemente en el número 331 de 24/01/1821 del periódico Miscelánea de Comercio, Política y Literatura y más extensamente, con la propia descripción de Antonio Riquer, en el ejemplar de 31/01/1821.
Reseña con la noticia del apresamiento de la goleta pirata |
En 1823, tiene lugar un nuevo episodio destacado en la biografía de Riquer y que pone de relieve la iniciativa del personaje. Se trata de la liberación de Cartagena, plaza gobernada por el general liberal Torrijos y que se encontraba siendo asediada por tropas francesas.
Antonio Riquer al mando de tres naves, a las cuales ayudó a pertrechar poniendo de su propio bolsillo 20.000 reales, desembarca con su hombres en el puerto de Cartagena y los pondrá al servicio de la artillería, ayudando a impedir la toma de la ciudad.
Tras la entrada en España del ejército de la Santa Alianza europea, en apoyo del indeseable Fernando VII, los absolutistas acaparan el poder en octubre de 1823, comenzando otra de las etapas más oscuras de la historia de España, la llamada Década Ominosa, que desencadenará la persecución de las ideas liberales y de sus partidarios. Y en 1824, Antonio Riquer, que había intentado salvar del garrote al general realista Elio, es hecho prisionero acusado de pertenecer a la organización paramasónica, Sociedad de Comuneros.
La sentencia de la causa que se sigue contra Riquer dictada por la Junta Militar de Granada, el 31 de mayo de 1825, le es favorable y es puesto en libertad, si bien a modo de compensación, se vio obligado a pagar por su cuenta los uniformes de los voluntarios realistas de la isla de Ibiza.
Hasta 1839, se tienen noticias del marino Riquer, quien patroneaba como guardacostas el laúd San José, con una dotación de 17 tripulantes.
Riquer se casó dos veces, en junio de 1797 contrajo nupcias con Isabel Tur i Tuells, con la que tuvo una hija que falleció siendo joven. Tras el fallecimiento de Isabel en 1833 y a la edad 60 años se casa con Claudia Mir, que dio a luz una niña a la que llamaron Antonia.
Hacia 1840 se retira, sin disponer de propiedades ni ahorros, si bien debió conseguir importantes ingresos durante su trayectoria profesional. El día 3 de julio de 1846, fallece en su casa de la calle de la Mare de Deu, en Ibiza. Hoy ninguna placa identifica la casa donde vivió, si bien es posible que la construcción original fuera derruida y no exista tal.
*El cuadro del retrato de Antonio Riquer fue pintado por el pintor ibicenco Narcís Puget Viñas, siguiendo los consejos de Isidor Macabich y apoyándose en grabados del Museo Naval y en un modelo que posó para el pintor. Probablemente el aspecto real del marino Riquer fuera muy diferente al que se refleja en el cuadro. La pintura está fechada en 1908, aunque Narcís la pintó en 1906 y en Madrid, de donde se envió a Ibiza. Fue un encargo de la Comisión ejecutiva del Centenario en conmemoración del apresamiento del barco corsario Felicity. El cuadro fue retocado numerosas veces y en 1936 fue arrojado desde las murallas, al igual que otros enseres y objetos, en el asalto al Ayuntamiento. Actualmente se expone en las dependencias municipales.
La reproducción que aquí se muestra es de baja calidad pero no me ha sido posible conseguir otra mejor.
La reproducción que aquí se muestra es de baja calidad pero no me ha sido posible conseguir otra mejor.
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