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viernes, febrero 10, 2023

El incendio del transatlántico Vittoria en Alicante

El diario La Correspondencia Alicantina del 11 de enero de 1899, publicaba una columna con el titular Buque incendiado, informando de que, sobre las nueve y media de la mañana, había fondeado en la bahía del puerto de Alicante, un transatlántico italiano con fuego a bordo. 

Portada del suplemento dominical del Corriere della Sera,
con la imagen que recoge la evacuación del pasaje
 del transatlántico Vittoria

Ilustración de Achille Beltrame (1871-1945)

El barco, de nombre Vittoria, pertenecía a la naviera genovesa La Veloce, y hacía la ruta Génova-Buenos Aires, con escalas en Barcelona, Canarias y Montevideo.

Un práctico del puerto salió al encuentro del buque, pero a la vista del incendio regresó para informar al comandante de Marina. También desembarcaron oficiales del navío para telegrafiar a la naviera. 

La información seguía con lo siguiente:

SocorrosPara suministrar cuantos fueran necesarios a los pasajeros del Vittoria salieron de puerto con dirección a aquél dos remolcadores, conduciendo uno de ellos cuatro gabarras que han prestado todos los servicios que se necesitaban.

Dícese de público que el cañonero Diligente* no ha podido también prestar auxilios acudiendo al costado del buque por no tener carbón y hallarse las calderas apagadas.

Esto ha sido motivo de muchas censuras.

A las cuatro de la tarde un piquete de la Guardia Civil al mando de un teniente, se ha situado en el muelle con el fin de guardar el orden e impedir que la aglomeración de gente estorbara el desembarco de los viajeros que se ha realizado momentos después.

* Esta información sobre el cañonero Diligente, no apareció en la prensa nacional ni en la local del día siguiente, cambiando su obligada parada, al no disponer de carbón, por su ayuda efectiva, más acorde con el nombre. En honor de la verdad, tengo que añadir, que España acababa de perder la guerra con Estados Unidos, por las últimas posesiones del Caribe, Filipinas y la isla de Guam; que la economía nacional estaba bajo mínimos, y que la vigente suspensión de garantías constitucionales promulgada, el mes de julio de 1898 por el Gobierno, implicaba la censura previa de prensa.

Un periodista del diario, se traslada en una lancha hasta el barco, conversando con varios pasajeros, que le comentan que el fuego fue detectado a primeras horas de madrugada por un marinero de guardia, que observó cómo salía humo por una de las escotillas; puesto en aviso el capitán, éste pidió calma y serenidad, comenzando las tareas de extinción, y al no poder controlar el origen del fuego, ordenó forzar las máquinas y buscar puerto. El reportero añade:

Entre los viajeros hubo mucho pánico cuando subieron a cubierta y se dieron cuenta del peligro que corrían,

Muchas jóvenes que, por cierto, son bastante agraciadas, fueron víctimas de síncopes y a los más serenos no se les ocultaba que si no llegaban a puerto con tiempo se verían muy apurados para salvarse, pues el pasaje es muy numeroso.

El vapor Vittoria ardiendo. Foto tomada desde la playa del Postiguet de Alicante
Revista de Navegación y Comercio
Imagen retocada digitalmente
Fuente: Biblioteca Nacional de España
La prensa del día siguiente, amplia los detalles del siniestro, y comenta el imponente aspecto que ofrecía a la vista, el transatlántico ardiendo, varado frente a la playa del Postiguet, donde el capitán había conseguido dirigir la nave, hasta hacerla encallar en el fondo arenoso, impidiendo su hundimiento, con el fin de no perder el casco, y poder recuperar las pertenencias que se pudieran. La extinción del fuego no estuvo exenta de problemas, La Correspondencia de Alicante del día 12, contaba así la operación:
Durante el día, se había estado trabajando incesantemente a bordo con el material de que se disponía, que era deficiente y malo, pues en particular con las mangueras del barco rotas y estropeadas, más agua perdían que se lograba arrojar por la escotilla, por lo que se pidió telegráficamente a Cartagena material adecuado.

Además, la calidad especial del combustible hacía inextinguible el incendio porque el azufre flotaba sobre el agua con que se anegaba la bodega de proa en la que en un principio estuvo localizado el fuego, pero que amenazaba comunicarse a las demás partes del barco.


El barco, desplazaba unas 3.000 toneladas, lo tripulaban 109 hombres y llevaba 455 pasajeros, así como un cargamento de azufre y cerillas con destino a Canarias, entre otras mercancías, y alimentos para la travesía.

Toda la tripulación y el pasaje fue evacuado en la misma tarde del día 11, y no hubo que lamentar ninguna desgracia personal. Según la prensa, el equipaje de la dotación del buque, y el de los pasajeros más acomodados se salvaron, pero no el de los que viajaban en tercera clase, en las bodegas, donde se inició el fuego. Incluyo un recorte de lo publicado sobre el suceso, el día 12, por La Correspondencia Alicantina.

Como leemos, al periodista que le intrigaban las jóvenes agraciadas, casi salía de dudas al enterarse de que entre el pasaje había una compañía de ópera italiana.

Pero, ¿cómo se produjo el incendio? Todo apuntaba a que los causantes podían haber sido unos jóvenes polizones que se había colado en el barco, y que, aunque se les había detectado antes del incendio, se les había permitido dormir en la bodega del cargamento de azufre, donde posiblemente un cigarro o chispa, había iniciado el fuego entre los sacos del material. En la misma noche del día 11, seis individuos fueron encarcelados, y en días posteriores se hablará de hasta 8 personas involucradas.

Los días 13 y 14, seguirán las tareas para apagar los últimos restos del incendio y recuperar mercancías y efectos. Las 86 sacas de correo y 35 bultos postales, serán salvados, y como nota anecdótica, no podía faltar el gato al que daban por desaparecido, y que aparece en lo alto de uno de los mástiles del barco, maullando. El capitán del barco el Signore Bucelli, se lo llevará consigo al hotel Roma, donde se hospedaba.

Para el lunes, día 16, se esperaba la arribada del navío Savoia, para recoger a todos los pasajeros del Vittoria y conducirlos a su destino.

Además de hoteles, posadas, fondas y comercios de ropa, también hubo un fotógrafo que sacó partido del suceso, como contaba La Correspondencia de Alicante, en su número del día 14.

Por fortuna, en el episodio del Vittoria, sólo hubo pérdidas materiales. El barco y mercancías estaban asegurados, y los viajeros fueron atendidos por los representantes de la naviera, cónsul y autoridades, con cargo a la compañía naviera.

Finalmente, el lunes 16, embarcan los pasajeros del Vittoria, en el vapor Savoia, que se hace a la mar sobre las nueve de la noche, su destino será Buenos Aires, con escalas en Las Palmas y Montevideo.

Fuentes:

Prensa de Alicante:
- La Correspondencia Alicantina
- La Correspondencia de Alicante
- La Unión Democrática

Prensa de Madrid:
- El Correo español
- El Día
- El Heraldo de Madrid
- El Imparcial
- El País
- La Correspondencia de Madrid
- La Época
- La Reforma
- Nuevo Mundo
- Revista de navegación

Prensa de Barcelona:
- La Dinastía

Prensa de Argentina:
-Caras y caretas
  

 


   

 


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