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sábado, octubre 03, 2009

Los cautivos del Icod


A finales de Agosto de‭ ‬1892‭ ‬la prensa española se hacía eco del apresamiento por‭ "‬moros del desierto‭" ‬y a seis millas de Cabo Bojador,‭ ‬de una embarcación tipo‭ ‬pailebote a la que saquearon,‭ ‬haciendo prisioneros a sus tripulantes.
El barco,‭ ‬de nombre Icod‭ ‬y matriculado en Lanzarote,‭ ‬se dedicaba al tráfico de mercancías con la cercana costa africana del ex Sahara Español,‭ ‬conocido en esa época como Río de Oro.
El periódico‭ ‬La Época‭ ‬en su número de‭ ‬1/09/1892‭ ‬recogía la siguiente información procedente de Las Palmas de Gran Canaria:‭
"La noticia de un grave atentado cometido por los moros contra un buque español circula aquí desde anoche.
El patrón del pailebot‭ ‬Icod,‭ ‬que llegó aquí ayer tarde,‭ ‬ha comunicado a las autoridades,‭ ‬en cuanto bajó a tierra,‭ ‬que el barco ha sido objeto de un asalto por parte de moros,‭ ‬que llegaron a apoderarse del pailebot,‭ ‬el cual estuvo en su poder varios días.
El ataque al‭ ‬Icod se verificó a corta distancia del cabo de Bojador,‭ ‬algo al Sur de éste.
Los moros saquearon la embarcación,‭ ‬llevándose todo el cargamento de ésta,‭ ‬muebles,‭ ‬ropas,‭ ‬armas y provisiones.
Luego se llevaron a tierra,‭ ‬en calidad de prisioneros,‭ ‬al patrón señor Santana,‭ ‬a los tres hijos de éste,‭ ‬a los seis marineros que formaban la tripulación,‭ ‬a un pasajero con su señora y sus tres hijos.
Después de grandes peligros pudieron escapar el señor Santana y cinco de sus marineros,‭ ‬quienes tuvieron la fortuna de encontrar en aquélla costa otro barco español,‭ ‬el‭ ‬Venganza,‭ ‬cuyo capitán los amparó.
El Icod había sido abandonado en la playa por los moros y pudo ser puesto a flote,‭ ‬y en él han llegado su patrón y los cinco marineros que lograron escapar.
De los otros nueve prisioneros nada se sabe,‭ ‬si bien el señor Santana cree que los moros que los tienen deben andar por la costa,‭ ‬entre el cabo Bojador y el cabo Jubi.
El desgraciado patrón está inconsolable por la suerte que habrá cabido a sus hijos,‭ ‬y hace grandes gestiones para que se mande un buque a aquéllos parajes para ver de rescatar a los prisioneros.
El pailebot‭ ‬Icod pertenece a la matrícula de Lanzarote,‭ ‬y se dedicaba al tráfico con los moros de la costa africana.‭"
Terminaba su información‭ ‬La Época con la nota de que el ministro de Marina había dispuesto que el crucero‭ ‬Isla de Cuba zarpase a Río de Oro para rescatar a los cautivos.


Pailebote‭
(Imagen del pailebote‭ ‬Pascual Flores con base en Torrevieja,‭ ‬de similares características al‭ ‬Icod‭)






En el periódico El Imparcial de‭ ‬30/09/1892,‭ ‬se informa desde Las Palmas de Gran Canaria,‭ ‬de que había llegado a puerto procedente de Cabo Juby,‭ ‬el crucero‭ ‬Isla de‭ ‬Luzón,‭ ‬donde había tratado de indagar el paradero de los tripulantes y pasajeros del pailebot‭ ‬Icod.
‭Seguía informando el corresponsal de la agencia Fabra‭ ‬,‭ ‬y ahora llega lo chocante,‭ ‬de que,‭:
“‬En la factoría de Cabo Juby había esperanzas de conseguir el rescate de aquéllos infelices mediante la suma de‭ ‬250‭ ‬pesetas por persona,‭ ‬que es el precio aproximado en que aquéllos moros estiman a un blanco,‭ ‬pues por un esclavo negro pagan hasta‭ ‬400‭ ‬pesetas.‭”
Tras lo anterior,‭ ‬el periodista lo tiene fácil y con el título de‭ ‬Un mal precedente,‭ ‬comenta:
‭“‬Lo que ocurre no puede ser más natural.‭ ¿‬Cómo van a entregar los moros un cautivo español,‭ ‬súbdito de una nación interesada en mantener su prestigio por‭ ‬250‭ ‬pesetas,‭ ‬cuando un negro vale‭ ‬400,‭ ‬precio de que habla el telegrama,‭ ‬pero que todavía nos parece demasiado bajo‭? ‬En cuanto los moros se hayan enterado de que ése era el ofrecimiento que les reservaban,‭ ‬se habrán guardado muy bien de acercarse a la factoría.‭”

Después de varias semanas de rifirrafes y reproches entre la clase política sobre las medidas a adoptar para proceder a la liberación de los llamados‭ "‬Cautivos del Icod‭"‬,‭ ‬el‭ ‬16‭ ‬de noviembre de‭ ‬1892‭ ‬se publica que el oficial de infantería de marina D.‭ ‬Juan González López,‭ ‬se ha ofrecido voluntario al ministro de Marina y éste le ha encargado,‭ ‬liberar mediante rescate a los tripulantes del Icod.
Poco sabemos de las gestiones llevadas a efecto por el voluntarioso teniente de Marina,‭ ‬pero por lo publicado en El Liberal el‭ ‬20‭ ‬de enero de‭ ‬1893‭ ‬poco o nada se había avanzado y el asunto aumentaba su matiz político,‭ ‬tal como reseñaba el articulista:‭:
“‬A pesar de que el suceso ocurrió hace seis meses,‭ ‬todo el mundo lo recuerda,‭ ‬excepto el Gobierno,‭ ‬que parece haberlo olvidado por completo.‭”… “‬Aquí,‭ ‬en tanto,‭ ‬el Gobierno conservador primero,‭ ‬preocupado con la disidencia del Sr.‭ ‬Silvela,‭ ‬y el Gobierno liberal después,‭ ‬no menos preocupado con los nombramientos de‭  ‬gobernadores,‭ ‬de diplomáticos,‭ ‬de alcaldes,‭ ‬y sobre todo con el encasillado de sus candidatos,‭ ‬dejaron transcurrir el tiempo,‭ ‬como si el‭ ‬Icod y sus tripulantes no hubieran‭ ‬existido nunca,‭ ”… “¿‬No le parece al Gobierno que ya es hora de pensar en esos once desdichados,‭ ‬y que urge averiguar si viven y dónde están,‭ ‬para lograr su rescate‭? ¿‬Qué garantía tendrá la vida de los españoles y qué garantía nuestro comercio en las costas de África,‭ ‬si el Gobierno,‭ ‬prescindiendo de los elementos de que dispone,‭ ‬considera como a náufragos a los que allí son secuestrados o asesinados‭? ‬No eso no puede ser‭; ‬el Gobierno tiene en estos casos el deber ineludible de defender la vida y los intereses de los ciudadanos españoles donde quiera que hayan sido hollados,‭ ‬sin que sea excusa para que el atropello quede impune,‭ ‬la falta de un gobierno regular en el país donde se haya cometido el atropello.‭”  
Tras este repaso a los políticos de entonces y con el título de‭ ‬“Esclavos españoles‭”‬,‭ ‬el mismo periódico El Liberal en su número de‭ ‬23/02/1893‭ ‬publica un artículo de su enviado a Londres,‭ ‬A.‭ ‬Regidor,‭ ‬en el que junto con el asunto de los cautivos del‭ ‬Icod,‭ ‬se exponen aspectos sobre el conflicto de intereses que existían entre Inglaterra por un lado y Francia y España por otro,‭ ‬para el control de Marruecos y el área costera del Sahara Occidental.



Factoría-cuartel de Río de Oro

Revista de Navegación y Comercio
(1893)




El cronista aprovecha una conferencia en la capital británica del escocés Donald Mackenzie,‭ ‬que hacia‭ ‬1880‭ ‬había establecido una factoría comercial en cabo Juby,‭ ‬para preguntarle sobre los tripulantes del‭ ‬Icod,‭ ‬transcribiendo lo siguiente:

“‬Un comerciante de Lanzarote,‭ ‬en las islas Canarias,‭ ‬entró en sociedad con un árabe natural de Siria,‭ ‬para comerciar con los moros de Cabo Bojador.‭ ‬El de Siria está casado con una mujer natural de las tribus del Sahara.‭ ‬Mr.‭ ‬Mackenzie y sus agentes llamaron la atención de las autoridades y comerciantes de Lanzarote sobre los peligros que corrían los dedicados a aquél tráfico.
Los viajes por cuenta de aquélla Sociedad siguieron,‭ ‬sin embargo,‭ ‬hasta que el comerciante de Lanzarote creyó que le engañaba su socio‭; ‬y en uno de los viajes de éste al puerto canario,‭ ‬se presentó a bordo del buque con el capitán del puerto y varios individuos de policía,‭ ‬quienes prendieron al árabe y le embargaron todo lo que tenía a bordo.‭ ‬Reconocida luego la injusticia del acto,‭ ‬se convino en libertarle y en permitirle una última excursión a la costa africana en la goleta‭ ‬Icod.‭ ‬A poco de su arribo,‭ ‬a unas‭ ‬150‭ ‬millas Sur de Cabo Juby,‭ ‬el árabe y su mujer abandonaron la nave,‭ ‬y gran número de moros,‭ ‬no se sabe si en conexión o no con el ex preso de Canarias,‭ ‬asaltaron y se apoderaron del buque,‭ ‬saqueando todo lo que había en él.‭ ‬Una sección de los tripulantes consiguió escaparse en un bote,‭ ‬abordando en alta mar a otra nave española,‭ ‬que consintió en volver con ellos para llevarse a remolque la goleta apresada.
Los otros tripulantes,‭ ‬seis en número,‭ ‬fueron llevados a un sitio llamado Sakiel-el-Hamra,‭ ‬en donde gobierna el jefe llamado Malainin,‭ ‬especie de santón mahometano.
Los desgraciados prisioneros fueron declarados esclavos y están tratados por su señor como tales.‭”
De acuerdo con lo expuesto por el escocés,‭ ‬un barco de guerra español recorrió la costa en busca de los cautivos y encargó a los ingleses de Cabo Juby el rescate de los súbditos españoles,‭ ‬que confirmó el capitán general del departamento de Cádiz.‭ ‬Una vez que las negociaciones con Malainin parecían llegar a término y estar dispuesto a entregar a los retenidos por‭ ‬600‭ ‬pesos,‭ ‬el Gobierno de Madrid comisionó al oficial de marina D.‭ ‬Juan González,‭ ‬para que fuese a Río de Oro y abriese nuevas negociaciones con el Schef citado,‭ ‬reclamando ahora‭ ‬22.000‭ ‬pesos por el rescate.‭ ‬Conocida la nueva situación,‭ ‬el Sr.‭ ‬Mackenzie y sus agentes,‭ ‬se excusaron de continuar sus gestiones.
Tras esta versión de los ingleses,‭ ‬en la que parecía que el rescate de los cautivos podría demorarse,‭ ‬el periódico El País en su número de‭ ‬1/03/1893‭ ‬daba cuenta de una comunicación del teniente D.‭ ‬Juan González,‭ ‬en la que daba su parecer de que pronto se obtendría el deseado rescate.
Por fin,‭ ‬el‭ ‬16‭ ‬de marzo de‭ ‬1893,‭ ‬llegaba la noticia de la arribada a Lanzarote de los cautivos del‭ ‬Icod,‭ ‬acompañados por el teniente de marina,‭ ‬quien había negociado con el Schy Mohamed-el-Asin la liberación de los retenidos sin satisfacer rescate alguno.
En la prensa diaria del‭ ‬25/03/1893‭ ‬y por medio del corresponsal de la agencia Fabra,‭ ‬se‭  ‬hace una pormenorizada exposición sobre lo acontecido:
“‬Los cautivos del‭ ‬Icod.‭ ‬Cádiz‭ ‬25.-‭ ‬Curiosos e interesantes detalles hemos adquirido respecto al largo cautiverio de los tripulantes del‭ ‬Icod,‭ ‬rescatados por el bravo teniente de infantería de Marina D.‭ ‬Juan González.
Parece que todos los infelices cautivos han olvidado las penalidades sufridas al pisar de nuevo el suelo de su patria y verse entre sus parientes y amigos.‭ ‬Muéstranse muy agradecidos a los favores de Schy Mohamed-el-Asin y de sus vasallos.
El Schy,‭ ‬al hacer entrega de los cautivos al Sr.‭ ‬González,‭ ‬le dijo a éste:‭ “‬Te ruego cristiano,‭ ‬que España no haga al Sultán de Marruecos cargos por la prisión de tus compatriotas.‭ ‬Yo te los entrego sin exigirte rescate.‭”
El Sr.‭ ‬González ofreció entonces al Schy,‭ ‬en concepto de regalo‭ ‬500‭ ‬duros,‭ ‬cantidad que el santón aceptó sólo a vivas y reiteradas instancias de nuestro valiente compatriota.
Al despedirse Mohamed-el-Asin de los cautivos,‭ ‬le preguntó si tenían motivo alguno de queja de él o de los suyos,‭ ‬y como los españoles les contestaran que,‭ ‬por el contrario,‭ ‬se iban agradecidos de sus atenciones,‭ ‬el Schy regaló a cada uno de los hasta entonces cautivos doce duros para que al llegar a tierra de cristianos se comprasen ropa.
El apresamiento de los tripulantes del‭ ‬Icod se verificó de esta manera:
Hallabánse éstos en el cabo Bojador cargando las lanas adquiridas a los moros de aquél territorio.
El sobrecargo del‭ ‬Icod,‭ ‬D.‭ ‬Manuel Villalba,‭ ‬conocía‭  ‬mucho a aquélla gente y tenía maistad con el Schy Me-Leisun,‭ ‬padre de‭ ‬100‭ ‬hijos y señor de todo el territorio que baña el río Guad-Lagin-el-Hamra,‭ ‬en el que está comprendido el cabo Bojador.
Los hijos de Me Leisun dominan en sus aduares como santones.
El padre sostenía relaciones con una casa de comercio establecida en Lanzarote y desde hace tres años se encontraba en descubierto con aquélla por unos negocios de lanas.
El sobrecargo del‭ ‬Icod,‭ ‬en uno de sus viajes,‭ ‬enseñó a leer en español a uno de los hijos de Me-Leisun,‭ ‬y éste se encontraba muy agradecido por ello al Sr.‭ ‬Villalba.
No tenían,‭ ‬pues motivo alguno de recelo de los tripulantes del‭ ‬Icod y el sobrecargo ningún inconveniente de acceder a internarse en tierra con los moros.
Mientras unos hacían prisionero al Sr.‭ ‬Villalba,‭ ‬otros cayeron sobre los del barco,‭ ‬llevando a todos a presencia de Me-Leisun.
Éste ofreció al Sr.‭ ‬Villalba la propiedad de tierras,‭ ‬el casamiento con una de sus hijas y la libertad‭; ‬pero aquél negóse a todo,‭ ‬diciendo que,‭ ‬sin la de sus compañeros,‭ ‬no aceptaría su propia libertad.
En la travesía que han tenido que hacer para ser entregados han tardado veinticuatro días,‭ ‬teniendo para ellos una tienda especial y siendo alimentados con leche,‭ ‬harina y alcuzcuz.
Las cuentas que tenían pendientes los moros con el comerciante de Lanzarote quedaron arregladas,‭ ‬y se cree que en lo sucesivo serán más fáciles las transacciones comerciales entre aquéllos y los españoles‭ – ‬Fabra.‭”
El‭ ‬5‭ ‬de abril de‭ ‬1893,‭ ‬el diario La Iberia daba la noticia de la llegada a Madrid del teniente González,‭ ‬que había conferenciado con los ministros de Marina y de Estado,‭ ‬entregando a éste último, el tratado hecho con los moros de Río de Oro.‭ ‬El oficial sería recompensado con la cruz de María Cristina,‭ ‬pensionada,‭ ‬con la diferencia de sueldo entre su actual empleo y el inmediato.‭ ‬Terminaba el periódico informando que el Sr.‭ ‬González dará una conferencia en el Ateneo y que sus compañeros le obsequiarán hoy mismo,‭ ‬con un banquete en el hotel Rusia.‭ 

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